La natación no es algo innato en los perros, aunque la mayoría de los perritos tienen este reflejo de usar sus patas para avanzar en el agua. Se aprende poco a poco. Su apoyo, su comprensión y su aliento facilitan este proceso de aprendizaje. Hoy profundizamos en cómo enseñar a nadar a un perro.
Al igual que con los humanos, algunos perros son más hábiles que otros nadando y tienen mas capacidad de evolucionar en este elemento que es el agua y moverse en ella. Sean cuales sean sus predisposiciones, todos los perros pueden aprender a nadar. Simplemente guíalos durante este aprendizaje para asegurar que se hace gradualmente, siempre de buen humor. ¿Cómo enseñar a tu perro a nadar? Nuestros consejos te ayudarán a lograrlo.
¿Los perros nacen sabiendo nadar?
Los perros no nacen con la habilidad innata de nadar. Aunque algunos se sientan mucho más cómodos que otros en el agua y les resulte más fácil aprender a nadar, todos tienen que pasar por el primeros pasos de este aprendizaje. Sencillamente, hay perros que lo aprenden más rápido que otros.
La relación con el agua que tienen los perros no es la misma que la nuestra. Su percepción de profundidad tampoco. Debes darle a tu amigo de 4 patas mucho tiempo para que se acostumbre a este elemento.
¿Dónde enseñar a un perro a nadar?
Por supuesto, sería contraproducente e incluso peligroso elegir un sitio con agua viva para el primer contacto de tu perro con el agua, con riesgo, de hecho, de ser demasiado fuerte para el animal, o incluso de traumatizar y hacer que esta experiencia sea negativa para tu perro.
Es mejor, por el contrario, optar por un río tranquilo, un pequeño lago o una piscina para perros poco profunda. Asegúrate, de antemano, de que el lugar no está prohibido para los perros.
Después de haber elegido el lugar ideal para empezar a aprender a nadar, será cuestión de acostumbrarlo poco a poco al contacto con el agua.
La clave es combinar esta experiencia con un evento positivo en la mente de tu perro. Para esto necesitarás mostrar el ejemplo metiéndote en el agua (simplemente sumergiendo los pies en ella) y animándolo para unirse a ti. Déjalo sumergir las patas, para familiarizarse con el agua. Después de unos minutos, puedes motivarlo usando una pelota o un juguete flotante. Lanza el objeto a unos centímetros de él para empujarlo a unirse a él y alcanzarlo. No lo arrojes demasiado lejos para no desanimarlo.
Guiarlo a través del agua
Avanza gradualmente en el agua hasta alcanzar un nivel de profundidad un poco más importante, lo justo para que el perro no haga pie. Algunos perros moverán instintivamente sus patas para flotar. Otros van dudar, lo que puede cansarlos rápidamente y hacer que traguen agua.
Si el tuyo tiene dificultad para flotar no dudes en ayudarlo cargándolo : una mano debajo del pecho y la otra debajo del abdomen. Observa su progreso y déjalo ir por unos momentos si notas que comienza a flotar y nadar solo.
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