Así que debes realizar un buen trabajo de educación con tu amigo de 4 patas nada más llegar a tu casa, con su cuota de aciertos, pero también de dificultades. La obediencia se aborda de diferentes formas según los especialistas en adiestramiento canino, pero cada vez más profesionales coinciden en que los métodos más eficaces, armoniosos y respetuosos de la propia naturaleza del perro son los relacionados con el refuerzo positivo. Este es un verdadero vector para mejorar la obediencia, pero también hay otros elementos involucrados.
Las recompensas son tus aliadas
No hay nada mas motivador que una recompensa. Esta observación es aún más cierta con nuestros amigos perros, a quienes les encanta ser recompensados en cualquier ocasión. Por supuesto, su recompensa favorita es la que apela a su principal «debilidad»: su glotonería. Las golosinas son activos reales para la mayoría de los educadores. Usándolos de manera inteligente, se pueden lograr excelentes resultados con bastante rapidez.
Croquetas, galletas para perro y otras delicias que a nuestros perritos les encantan son perfectas para animarles a obedecer órdenes y portarse bien. En su mente, las golosinas permiten asociar los ejercicios y su correcta ejecución con un sentimiento positivo a algo agradable.
Presta atención, sin embargo, a no abusar de estas delicias. Primero, porque no es bueno para su salud (digestión, sobrepeso), pero también para no hacer condición única de la obediencia. Sólo deben usarse en el comienzo del aprendizaje. A partir de entonces, el perro debe obedecer solo el comando de voz y/o gestos de su amo.
¡Felicítalo!
Las caricias y palabras de aliento dirigidas a tu perro en un tono juguetón son tan gratificantes para él como los dulces. Nuestros perros son muy sensibles a nuestros cambios de voz y entonación. Sienten perfectamente la alegría que le ponemos, así como el enfado.
Felicitar al perro cuando actúa de la manera correcta ayuda mucho a mejorar su obediencia. Al halagarlo, lo haces querer hacerte feliz haciendo lo que esperas de él.
Mantente consistente
Tu perro absolutamente necesita que seas claro y coherente con él. Lo que le prohibiste una vez no se le debe permitir después. Hacer excepciones que crean confusiones en su mente y solo empeorará sus problemas de obediencia.
Esta consistencia también debe prevalecer en sus alrededores con todas las personas que entran en contacto con tu perro: tus familiares, tus amigos, tus hijos… Pídeles que jueguen absteniéndose de responder a las peticiones de tu mascota cuando salte sobre ellos, por ejemplo.