En este post facilitamos 6 consejos para pasear al perro en invierno que debes conocer. Ya sea porque a tu perro le encanta el clima invernal y no puede esperar para salir, o porque prefiere acurrucarse adentro donde hace calor, una cosa que todos los canes tienen en común es la necesidad de estar protegido durante los paseos invernales.
1. ¡Abrígate!
Si bien puede parecer obvio asegurarse de estar bien abrigado antes de salir a pasear a tu perro, vestirse adecuadamente para el clima invernal es mucho más que tu comodidad. ¡También se trata de seguridad! Ya sea a 60 o 6 grados, asegúrate de estar vestido apropiadamente para tu propia seguridad y la de tu perro también. Usa zapatos o botas cómodas que no resbalen ni se deslicen sobre el hielo y la nieve (¡especialmente si su perro tiende a dar tirones!). Mantén las manos calientes con manoplas o guantes para que no pierdas el agarre de la correa. Recuerda, para proteger mejor a tu perro durante el duro clima invernal, también deberás mantenerte protegido.
2. ¡Abriga a tu perro!
Aunque algunas razas de perros (como Alaskan Malamutes, Huskies y San Bernardos) son perfectamente adecuadas para aventurarse en el frío al natural, muchos perros estarán más seguros y cómodos con un abrigo para protegerlos de los elementos. Aparte de los perros pequeños y los perros con pelo corto, aquellos que son muy jóvenes, muy viejos o con alguna enfermedad o discapacidad física que limitaría su capacidad para mantenerse calientes deben abrigarse antes de salir al aire libre en el frío invierno. Si el aire es frío, pero seco, puedes optar por un «jersey» acogedor. O, si está lloviendo o nevando, una capa impermeable o resistente al agua sería una mejor opción.
3. ¡Protege las patas!
Sí, las patas de tu perro son increíbles, pero no son inmunes al frío y deben protegerse de peligros potenciales como el hielo, la nieve, las sales, los productos químicos para derretir el hielo y los objetos afilados escondidos debajo de la nieve. Si tu perro los tolera (y puede requerir algo de entrenamiento), la mejor defensa para caminar en invierno es un par de botines para perros resistentes al agua. Pero, algunos perros simplemente se niegan rotundamente a usar sus zapatos. Para aquellos cachorros que no usan botines, siempre puedas usar un protector de patas para proteger esas preciosas patas. Y, cuando regreséis de la caminata, lava bien esas patas para eliminar el hielo o la nieve que se haya acumulado entre los dedos y para enjuagar las sales o los productos químicos tóxicos que se hayan podido pisar.
4. ¡Usa siempre una correa!
Incluso si tu perro es 100% confiable y nunca se ha escapado, nunca intentes sacarlo a pasear en invierno sin correa. El hielo y la nieve en el suelo pueden dificultar que un perro perdido encuentre el camino de regreso a casa y la visibilidad limitada puede dificultar que otros lo vean. Para añadir una capa adicional de protección en el invierno, usa una correa para correr o una que se abroche a su cinturón o sobre el hombro. De esta manera, si se resbala en el hielo o la nieve, no hay riesgo de que se te caiga la correa y pierdas a tu cachorro. Las personas con perros que tienden a tirar deberían considerar usar un arnés que no tire, especialmente en hielo y nieve cuando el suelo se vuelve resbaladizo.
5. ¡Evita los peligros potenciales!
Mantente alejado de los estanques, incluso cuando parezcan completamente congelados. Sigue caminos y aceras con los que estés familiarizado, ya que la capa de nieve puede ocultar caminos irregulares, ramas de árboles u objetos afilados que podrían lesionarte a ti o a tu perro. Evita las entradas de vehículos donde haya goteado anticongelante. Aléjate de las carreteras recién saladas o descongeladas, especialmente si tu perro no usa botines protectores, ya que las sales y los productos químicos pueden irritar la piel como mínimo o poner en peligro la vida como máximo. Recuerda usar derretidores de hielo aptos para mascotas en su propio camino de entrada y aceras y anima a los vecinos de los alrededores a hacer lo mismo.
6. ¡Escucha a tu perro!
Mientras que algunos perros se expresan claramente cuando no están interesados en estar afuera en el frío o la nieve, otros pueden dar señales más sutiles de que están incómodos. Si tu perro parece estar tiritando o temblando, da alguna indicación de que tiene miedo o vacilación, o trata de llevarte de regreso a casa, no lo obligue a caminar. En su lugar, llévalo de regreso a casa para que entre en calor y trata de ejercitarlo allí dentro.