Adiestramiento canino, el perro obediente

Cuando nos planteamos seriamente que nuestro perro necesita mejorar su comportamiento u obediencia, recurrimos al adiestramiento canino para obtener un can disciplinado y educado. Pero, ¿sabemos adiestrar a nuestra mascota?

Probablemente la mayoría de nosotros no, y es entonces cuando decidimos recurrir a los elección de un buen adiestrador de perros.

Conociendo el adiestramiento canino

Nuestra principal herramienta es el sentido común. Si estás buscando adiestramiento canino eficiente debes sentirte cómodo con los métodos que va a utilizar el educador.

Educar a tu perro debería ser divertido. Atrás quedaron las escuelas caninas militarizadas en las que hacían sufrir al animal para adiestrarlo y no se permitía la presencia del propietario en las sesiones de trabajo.

Realmente, nosotros somos los únicos que podemos adiestrar a nuestros perros, el educador nos enseñará como hacerlo pero nunca debería hacer el trabajo por nosotros.

Un adiestramiento canino profesional y cualificado se basa en métodos de educación canina en positivo que no dañen ni al perro ni a su dueño.

Un instructor competente te permitirá y animará a que asistas y observes alguna de sus clases antes de acudir a sus cursos.

En una clase bien estructurada tanto los canes como sus propietarios disfrutan mientras aprenden.

En la medida de lo posible, sería aconsejable que todos los miembros de la familia pudieran participar en la educación de su mascota.

No importa dónde se impartan las clases, lo importante es que todos puedan participar del proceso educativo.

Adiestramiento canino de un buen educador

Un buen adiestrador de perros es aquel que nos ofrece:

  1. Explicaciones claras y coherentes en cada lección.
  2. Recomienda blogs, páginas o libros de referencia para seguir aprendiendo.
  3. Demuestra los comportamientos que vamos a transmitir a nuestro perro.
  4. Ofrece explicaciones precisas sobre las tareas y ejercicios a enseñar, y da las instrucciones necesarias para practicarlas.
  5. Da a los propietarios el tiempo suficiente para practicar la lección aprendida con los ejercicios adecuados.
  6. Ayuda a los dueños de manera individual para asegurarse de que aplican las técnicas de la forma correcta.

Controlar los métodos de adiestramiento

El propietario debe estar cómodo con las técnicas y materiales utilizados durante la educación de su perro y podrá descartar aquellas que no le parezcan adecuadas por cualquier motivo.

Durante las clases se utilizarán las técnicas de educación en positivo para no dañar al animal y se evitarán las prácticas de dominancia, manipulación y sumisión; golpear, dar patadas, utilizar collares de ahogo o de pinchos y procedimientos o materiales similares que puedan causar dolor físico y/o psíquico al perro.

Como propietarios tenemos el derecho de parar y despedir a cualquier adiestrador, educador u otro profesional que, en nuestra opinión, le esté causando daño y/o estrés.

Un buen adiestrador canino se mantendrá ( y nos mantendrá) informado sobre los últimos avances o técnicas y materiales innovadores en la educación de nuestro can.

Observar antes de contratar al adiestrador

Asistir a una clase previa en grupo nos dará la oportunidad de conocer al educador antes de decidirnos, tendremos la ocasión de preguntar a otros clientes sobre su experiencia y satisfacción.

Un buen adiestramiento canino procura la protección de tu salud y la de tu mascota en el recinto de aprendizaje.

Debemos cerciorarnos de si los perros que compartirán recinto con el nuestro están al corriente de vacunaciones y cuál es la política de vacunación requerida. Asegurémonos de consultar a nuestro veterinario antes de inscribirnos en cualquier curso.

Al existir infinidad de variables, tanto de razas y temperamento de perros como de habilidades y compromiso por parte de los dueños, un buen educador canino no puede ni debe garantizar los resultados de su entrenamiento. Sin embargo, puede y debe asegurar la satisfacción de su cliente con los servicios profesionales prestados y ofrecer garantía de su implicación en el caso.

Queda claro que no es tarea fácil elegir a la persona adecuada para ayudarnos en la educación de nuestro perro.

Dediquémosle el tiempo necesario para tomar una decisión correcta. Si a pesar de todo, durante el proceso de adiestramiento algo nos parece inadecuado, no dudemos en pararlo.

Nuestro perro se merece lo mejor.

Ambos debemos disfrutar durante las clases de educación.

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